Clásicos virales

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Son absurdos, divertidos, chocantes, irreverentes y muy, muy contagiosos. Son los fenómenos virales o “memes” que se transmiten rápidamente por internet y no se detienen ante nada. Brotes infecciosos que se cultivan en youtube y se propagan por las redes sociales con consecuencias impredecibles…
Ya dedicamos una entrada a las Flashmob y ahora traemos hasta aquí otros cuatro éxitos mundiales: canciones pegadizas, coreografías surrealistas y cantantes muy animales que empezaron sin pretensiones y, nadie sabe muy bien cómo, han creado tendencia hasta alcanzar la categoría de fenómeno sociológico. Incluso han dejado huella en salas de concierto y teatros de ópera.

Trololó

Eduard Anatolyevich Jil , cantante ruso retirado en San Petersburgo, quedó muy sorprendido cuando hace tres años escuchó a su nieto tararear una canción que él había convertido en un olvidado éxito de los años 70. Se trataba de la canción “Estoy muy contento de volver a casa”, compuesta por Arkady Ostrovsky, y su nieto era uno de los millones de internautas que habían visto en youtube la actuación del cantante en la televisión soviética de 1976. El tema, rebautizado como “Trololó” fue subido en 2009 y se popularizó en 2010, no solo a través de las redes sociales sino también en los medios de comunicación (en Estados Unidos apareció en el programa de humor The Colbert Report y en España fue recurrente en el show de Buenafuente).

Rebautizado en internet como “Mr. Trololó”, Eduad Jil fue un barítono ruso que gozó de celebridad en la Unión Soviética como intérprete de música popular y llegó a recibir el nombramiento de Artista del Pueblo en 1974. La actuación de Mr. Trololó se convirtió en un fenómeno mundial por su estética desfasada y los hilarantes gestos y aspecto cómico del cantante. A todas estas virtudes hay que añadir que la canción no tiene texto, sino unas vocalizaciones (trololololó…) con las que el barítono eludió ingeniosamente la censura soviética en plena Guerra Fría, ya que quien estaba muy contento de volver a casa en la letra original no era un obrero ruso sino un granjero de la imperialista y capitalista Kentucky.

Mr. Trololó tomó con buen humor su regreso a la fama y cuando falleció a los 77 años, el 4 de junio de 2012, las redes sociales registraron millones de condolencias por la pérdida de un personaje que se había hecho querido y popular. Cientos de versiones, parodias, citas y homenajes inundan internet de trololismo. Valgan estos ejemplos dispares:

  
 Mr. Trololó clonado y multiplicado en esta divertida actuación del coro de la Cherry Creek High School


  
Un arreglo coral de Jennifer McMillan y un Mr. Trololó con malos pelos

Infantil, navideño y un tanto siniestro

Y el impresionante final del mago Sarumán en El Señor de los Anillos “troleado” 


 

Gagnam Style

Al año siguiente de la famosa actuación televisiva de Eduard Jil, venía al mundo Park Jae-sang, artista surcoreano más conocido como PSY. Este cantante se ha hecho mundialmente popular en 2012 con su tema “Gangnam Style”. El vídeo, con su música pegadiza y coreografía extravagante, ha sido reproducido más de mil millones de veces y alcanzó el récord los siete millones de “me gusta” en el mes de julio. PSY se formó musicalmente en Estados Unidos y ya contaba con algunos trabajos populares en Corea del Sur antes de “Gagnam Style”, una canción que combina el rap con la música dance-electrónica y cuya letra ironiza sobre el lujoso estilo de vida en el distrito Gangnam de Seúl.


 
Pronto la pegadiza música del Gagnam Style, el look de PSY y su “baile del caballo” se convirtieron en la Macarena del 2012 (aunque Los del Río alcanzaron su fama mundial sin youtube ni redes sociales) y este nuevo virus contaminó los ámbitos más insospechados:

El tenor Tilen Artač se mete en el papel de PSY (junto al “timbalero” Jure Goldler, responsable del arreglo) con la orquesta de la Radio-Televisión de Eslovenia.

En esta versión de aires setenteros, que toca la Korean Pops Orchestra, parece que va a aparecer Mr. Trololó de un momento a otro. 

Impresionante y marcial interpretación de la banda Marching 110 de la Universidad de Ohio


  
Y el Gangnam Style llega a la ópera en este montaje de “La Flauta Mágica” de Mozart en Florida. Los esclavos de Sarastro, encandilados por el carillón de un Papageno-Elvis con tupé, hacen las delicias del público con el baile de caballo.

Harlem Shake

El tercer brote vírico que reunimos aquí surgió este mismo año 2013, a finales del mes de enero. Los excéntricos vídeos Harlem Shake utilizan un fragmento de unos treinta segundos del tema de música electrónica homónimo creado por Dj Baauer & Jeo Art que comienza con la frase “con los terroristas” (afortunadamente, descargada de todo significado literal). El particular guion de cada performance incluye, en los primeros 15 segundos, a un individuo disfrazado que baila alocadamente en medio de un grupo de personas ocupadas en actividades normales (y que no prestan la menor atención al danzante solitario). Con un cambio en la música, súbitamente todos los presentes, como contagiados por la locura del primer personaje, aparecen disfrazados y con elementos absurdos de atrezzo, bailando y moviéndose anárquicamente en la escena.

En poco más de una semana surgieron más de 10.000 imitaciones y versiones. Hoy en día el Harlem Shake se ha convertido en un auténtico fenómeno sociológico, objeto de artículos y sesudos ensayos. Hay casi ¡cinco millones y medio! de versiones en Youtube con actuaciones de cualquier colectivo: estudiantes, militares, trabajadores de una fábrica, equipos de baloncesto… Como en el caso del flashmob, el Harlem Shake también ha trascendido al mundo de la publicidad y a las campañas virales. También en el mundo de la música “seria”, muchas agrupaciones se han dejado seducir por el espíritu festivo y trasgresor.

Harlem Shake que promociona el XVII Festival Amazonas de Ópera

  
Suor Angelica asiste con resignación cristiana al desmadre colectivo de esta compañía de ópera


  
 Con mallas y tutús, esta actuación del English National Ballet

Goat Edition

Tras el visionado de los vídeos anteriores, es probable que alguien piense que hay demasiada gente que está como una cabra. Pues bien, nos queda aún una de las últimas tendencias virales que ha brotado recientemente, hace un par de meses, y en el que cabras hay, pero de cuatro patas. Más exactamente cabras y ovejas que interrumpen (o completan) con gritos casi humanos las interpretaciones de famosos cantantes de todos los estilos. Hablamos de los vídeos etiquetados como “Goat Edition”, algunos tan logrados como este fragmento de Living on a prayer de Bon Jovi:


 
Tampoco se libran de las cabras intrusas las coloraturas de la Reina de la Noche (los virus la han tomado con Mozart y su Flauta Mágica)

Quizás Arnold Schoenberg, de haber conocido este fenómeno, habría desarrollado la técnica del dodecabrafonismo (aquí, un fragmento “goat edition” de Pierrot Lunaire)

El virus caprino infecta la música orquestal (inicio de la Quinta Sinfonía de Mahler)

Y terminamos esta extravagante entrada con el aria «Ah! mes amis» (de La hija del regimiento, de Donizetti) en la que estos animales, acostumbrados a trepar por empinadas cuestas, ayudan al tenor Juan Diego Flórez a escalar hasta los vertiginosos “do” sobreagudos que salpican la partitura.

Entrada relacionada: Un concierto sorpresa
 

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