Pólvora y timbales II

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COHETES_unacosarara

Además de la suite de Haendel, hay otras obras dedicadas al brillante y efímero mundo de los fuegos artificiales, así como ciertas composiciones que emplean efectos pirotécnicos o son interpretadas frecuentemente con explosiones festivas. De entre las primeras, destacaremos un par de creaciones en cuyo título se citan expresamente los fuegos de artificio. Ambas obras son de principios del siglo XX y de dos de los autores que más contribuyeron a la evolución de la música posterior: Claude Debussy e Igor Stravinsky.

Claude Debussy (1862-1918), el compositor francés que etiquetamos -a su pesar- como “impresionista”, dejó una rica e influyente obra pianística entre la que sobresalen sus 24 Préludes de 1909 y 1910 distribuidos en dos libros que se cierran, precisamente, con “Feux d’artifice”. A pesar de que Debussy solía dar título a sus preludios después de componerlos y, por lo tanto, no hay que buscar la descripción literal en todos ellos, se ha querido ver en estos “Fuegos artificiales” una pintura sonora en la que unos cohetes crepitan en la distancia (siempre esos tamices tan queridos por el autor: nubes, agua, hojas…) como si un viajero se acercara a la fiesta de un pueblo sin atreverse a entrar entre la multitud y finalmente continuara su camino dejando a los lugareños en mitad del festejo. También se ha propuesto la festividad concreta: el 14 de julio, fiesta nacional de Francia. En efecto, una vez concluyen los efectos pirotécnicos de vertiginosas escalas, trémolos y glissandi, Debussy cita un fragmento desdibujado de La Marsellesa que queda suspendido precisamente (y esto ya es cosa nuestra) en el “Marchons, marchons!” que nos invita a seguir nuestro camino…

El final del preludio en el que hemos destacado la cita de “La Marsellesa”. La densidad de la notación obliga a utilizar un tercer pentagrama:

FEUX_DEBUSSY_unacosarara

Una interpretación de “Feux d’artifice” por el pianista Marc-André Hamelin (La cita de “La Marsellesa”, a partir de 3:58)

Diversas partituras y grabaciones del segundo libro de los Preludios de Debussy (descarga gratuita) en la página de IMSLP (Biblioteca musical Ottaviano Petrucci)

Apenas un par de años antes de que Debussy completara sus 24 preludios, un joven ruso que había decidido dejar de lado sus estudios de Derecho y concentrarse en su verdadera vocación, la Música, presentaba a Rimsky-Korsakov, su profesor de composición, la partitura de una obra para gran orquesta con el título en francés de “Feu d’artifice”. El alumno era nada menos que uno de los grandes genios del siglo XX, Igor Stravinsky (1882-1971), que en esta fantasía de 1908 -su opus 4 y primera composición orquestal- muestra ya indicios de su talento. Así lo supo ver el influyente Serguei Diaghilev, gerente de la Compañía Rusa de Ballet, que tras asistir al estreno de esta breve obra en 1909, encargó al joven Stravinsky varias orquestaciones y su primera obra importante, “El Pájaro de Fuego” (curiosamente, el mismo ardiente elemento en el título). La colaboración Stravinsky-Diaghilev llegaría a ser una de las más fructíferas de la Historia de la Música: Petrushka, La consagración de la primavera , Pulcinella …  “Feu d’artifice” despliega en poco más de tres minutos un colorido y deslumbrante castillo pirotécnico a través de una brillante orquestación. Tristemente, Rimsky-Korsakov no pudo disfrutar de la obra que su talentoso alumno quiso dedicarle, pues falleció unos meses antes del estreno.

Versión de la Orquesta Rotterdam Phiilharmonics dirigida por Valery Gergiev

Otra interpretación a cargo de la Columbia Symphony Orchestra  dirigida por el propio Stravinsky (solo audio)

Interesantes las creaciones de Debussy y Stravinsky pero, llegados hasta aquí, nos apetece un poco de humo y estruendo de pólvora real. Para ello haremos nuestra siguiente parada musical en España.

Senyor pirotécnic: pot començar la mascletà!

La afición a la música y a la pólvora son señas de identidad de la Comunidad Valenciana, donde no se concibe ninguna fiesta o celebración sin la participación de sus numerosas bandas de música y el atronador sonido de cohetes y petardos o la belleza luminosa de la noche mediterránea iluminada por los castells de focs. Cada mes de marzo, las mundialmente célebres fiestas de las Fallas de Valencia incluyen 19 “mascletàs” en la plaza del Ayuntamiento (una cada día desde el primero de marzo hasta la fiesta de San José) A diferencia de los castillos de fuegos y de la cremá de las fallas, La mascletà es un espectáculo pirotécnico diurno, donde el ingrediente principal es la gran potencia sonora organizada y rítmica de gran número de masclets (petardos) que explotan con una determinada cadencia. La pericia de los pirotécnicos y, actualmente, el apoyo de las nuevas tecnologías, permite conformar la mascletà como una verdadera obra musical (como tal la consideran los aficionados) estructurada en cuatro partes “in crescendo”: Inicio, Cuerpo, Terratrèmol (terremoto) y parte aérea. La “fallera mayor” da permiso al pirotécnico para comenzar el espectáculo con la frase en valenciano: “¡Señor pirotécnico, puede comenzar la mascletà!”

Mascletà del 18 de marzo de 2013. Pirotecnia de Vicente Caballer.

Tal y como se ha dicho, la mascletà es considerada música y a los valencianos les gusta decir que es “una verdadera sinfonía”. Con tal argumento, en las fiestas de las Fallas 2013 ha tenido lugar el estreno de una obra para percusión titulada “La 9ª Sinfonía de V. Caballer”. Con el patrocinio de la marca de cerveza AMSTEL, se ha homenajeado a la tradición pirotécnica mediterránea en la figura del reconocido Vicente Caballer, representante de la tercera generación de la empresa Caballer fundada en 1880. Por cierto, no hay que buscar las otras ocho sinfonías; aquí el nombre usa el concepto de “9ª sinfonía” como sinónimo de obra maestra por alusión a la Sinfonía Coral de Beethoven. El compositor  Joan Cerveró ha sido el encargado de traducir al pentagrama los efectos de los masclets para que pudieran ser interpretados por un grupo de 80 músicos según la siguiente disposición espacial:

CAVALLER_unacosarara

La obra de Cerveró para este acción publicitaria, más que una composición como tal (en el sentido de creación original), es una transcripción realista de las sonoridades y efectos de la mascletà con instrumentos de percusión (cajas, timbales, bombos y otros membranófonos), sirenas y flautas de émbolo.  El estreno tuvo lugar el 7 de marzo en el exterior de la Estación del Norte de Valencia:

Otro video de menor calidad pero con la interpretación completa de seis minutos, la duración aproximada de una mascletà real

En esta página hay más información sobre el proceso de composición, imágenes, making of, archivo MP3 y partitura en PDF

La Bomba Final

No es, como la “Música para los reales fuegos artificiales” de Haendel una obra compuesta para un espectáculo pirotécnico -aunque su partitura incluya el disparo de cañones- pero la “Obertura 1812” de Piotr Ilich Tchaikovski (1840-1893) es una de las obras preferidas para acompañar un buen fin de fiesta con coloridas explosiones. Así, aunque el argumento de esta obertura programática nada tenga que ver con Norteamérica (la obra conmemora la victoria rusa frente a las tropas de Napoleón; a Debussy no le agradarían precisamente las burlonas citas a «La Marsellesa») es habitual por su solemnidad y grandilocuencia que en muchos rincones de Estados Unidos se programe como broche de oro espectacular de la fiesta nacional del 4 de julio, Día de la Independencia.